Me he vuelto a despertar desnuda en el suelo del baño, otra vez. Intento levantarme, pero siento un dolor terrible en la vulva. Me pongo delante del espejo y veo sangre, también en la cara. Una ducha calentita para limpiar y salgo del baño con mucho cuidado. No sé si sigue en casa o no, pero por si a caso me visto sin hacer nada de ruido. Bajo a la cocina y al no verle, me he tranquilizado, pero...
- Cariño, estás despierta.
Paralizada me quedo y mi corazón bombea muy rápido.
- ¿Dónde has dormido? Cuando me he despertado no estabas en la cama.
Sigo quieta, sin decir nada. De repente, me coge del brazo y me pone enfrente, cara a cara. Me va a salir el corazón, tengo miedo.
- Cariño, perdón por lo de ayer. Se me fue la cabeza, yo no soy así, en serio. Te juro que no va a volver a pasar, esto ha sido algo puntual. No me dejes, por favor. Si me dejas, me destrozarás y... me suicidaré.
Me quedo callada, pero sus palabras parecen sinceras y puedo ver al arrepentimiento en su mirada.
- Te creo.
- Te invito a cenar, en el mejor restaurante del pueblo. ¿Sabes que te quiero?
Nos hemos abrazado y me ha dado un beso en los labios. La cosa se ha calentado y hemos acabado sin ropa, teniendo relaciones sexuales bastante violentos, pero es como le gusta a él. Me quiere...
Unos meses más tarde...
Me he vuelto a despertar en el baño. Me levanto despacito y delante del espejo, veo que tengo marcas en el cuello, como si alguien hubiera intentado estrangularme. De pronto, me duele el culo muchísimo, como si alguien me hubiera metido algo en el culo a fuerza. Una ducha calentita y sin hacer ruido, salgo del baño.
- Cariño, esta noche tampoco has dormido en la cama.
Asustada, me alejo.
- Cariño, no te voy a hacer nada, el de anoche no era yo. Me volví loco... Lo siento, no volverá a pasar, te lo prometo. Fue algo puntual. No me dejes, por favor. Deja que te cure las heridas...
Dos años más tarde...
- ¿Qué tal estás, Aiora?
- Todavía tengo pesadillas por las noches, pero me encuentro mejor.
- Lo que viviste fue muy duro y violento, pero entre todas conseguiremos seguir adelante. ¿A qué sí chicas?
- ¡Claro! No estás sola, Aiora, estamos contigo.
25 DE NOVIEMBRE, Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer
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