Primero, quería agradecer a mi amigo Gontzal San Teodoro por haber propuesto este tema que seguramente, muchos y muchas no están hablando de ello o incluso, no son ni conscientes del problema. También, quiero agradecerle porque sin él esta reflexión no hubiese sido posible o al menos, ésta manera de hacer la reflexión. Y por último, por la idea de publicar en mi blog lo que hemos escrito juntos, que aunque no apenas se lea (por no decir que no se lee), puede servirnos de mucho. Dicho esto, comenzamos.
El primer mes del 2020 se ha visto emponzoñado por otra intervención de escala internacional que ha cobrado la vida de uno de los generales, por no decir de los más relevantes, de las fuerzas de seguridad iraníes. ¿Motivo de su fallecimiento? La intervención militar por parte de Estados Unidos en el país islámico que ha ocasionado la muerte de varios pasajeros que estaban siendo trasladados en un convoy en el aeropuerto internacional de Bagdad, capital iraquí, entre los cuales se encontraba Qasem Soleimani, el general en cuestión.
Su asesinato hizo saltar las alarmas del gobierno iraní quien lo tildó de acto terrorista por parte del gobierno americano liderado por Donald Trump con quienes mantenían una relación inmejorable desde que Trump se retirara de forma unilateral en el año 2018 del Acuerdo Nuclear firmado en el año 2015 y iniciando una serie de sanciones contra el país iraní que torcieron los caminos “apacibles” por los cuales ambas naciones llevaban recorriendo desde la firma de dicho acuerdo. Por su parte, la lucha contra el terrorismo islámico por parte de Estados Unidos ha hecho que la situación se volviera aún más tensa a los ojos del gobierno iraní.
En este contexto, España ha seguido las noticias sobre este suceso día a día tanto por televisiones, radios, periódicos o las propias redes sociales donde ya se sabe que el hervidero de opiniones y respuestas es tan amplio y a la vez tan peligroso que nos podemos encontrar desde críticas o alabanzas al acto perpetrado por Estados Unidos, apoyos incondicionales a Irán, incluso algún que otro insulto racista hacia la nación o hacia los creadores de los tweets. Eso y las madres de los tweeteros, quienes deben sufrir más que sus hijos que se encuentran en las redes. En definitiva, las redes sociales o informan o desinforman al mismo tiempo, algo de lo que la gente o carece de conocimiento o disfrutan con ello (raro pero ocurre).
En concreto, nos gustaría centrarnos en la segunda cuestión que hemos mencionado antes con respecto a los contenidos de los tweets: Apoyos incondicionales a Irán. Cabe decir que esto ha sido muy sonado en la calle ya que la incongruencia que además de ser un deporte poco reconocido consigue desvirtuar una lucha que no se puede mezclar con todo aunque a primera vista parezca que sí. El debate es: ¿Se puede ser feminista y defender la postura de Irán a capa y espada?
Para el que no lo sepa, Irán es una república islámica bajo un régimen teocrático. Es decir, la religión juega un papel casi fundamental en el gobierno y en la sociedad. Todo pasa por filtros, y aquello que no pasa por esos filtros con un aprobado tiene un final poco recomendable. A estas alturas ya conocemos todos lo que es el islamismo más radical, llevémoslo entonces a imaginarnos que serían unas instituciones que dictan bajo el dogma islámico.
El feminismo es un movimiento que tiene su origen en la izquierda, y su germen realmente está en la izquierda que ha peleado para conseguir todos esos logros que las mujeres no han conseguido hasta hace unos pocos siglos. Es decir, el feminismo entendido como “pensamiento o teoría/s feminista/s es anterior a la aparición del feminismo entendido como un fenómeno o movimiento social. A este movimiento social está vinculada la teoría feminista, que es la práctica del Movimiento Feminista y por tanto, la teoría feminista es la articulación conceptual y la expresión teórica del proceso del proceso de cambio social impulsado por dicho movimiento.
Ésta teoría tiene mucho activismo militante y pone en manifiesto lo inapropiado de tratar de manera aséptica y presuntamente “neutral” cualquier cuestión relacionada con la diferente y desigual inserción de hombres y mujeres en la sociedad. El sistema sexo/género que subordina a las mujeres, es un sistema normativo y al analizarlo, o lo refutamos o lo reforzamos. Así, como dice Rosa Cobo, la teoría feminista cuestiona los mecanismos de poder patriarcales y los discursos teóricos que pretenden legitimar el poder patriarcal. Además, añade que el discurso feminista está orientado sobre todo, a la destrucción del sistema de dominación patriarcal.
Aunque parezca que el movimiento feminista es un movimiento social que lleva existiendo desde el pasado siglo, no es así. Se dice que en la historia del movimiento feminista hay dos o tres olas del feminismo, aunque aquí hay debate. Una parte del movimiento dice que existen dos fases o dos olas del movimiento feminismo, ya que dicho movimiento empieza con el Sufragismo en pleno siglo XIX, concretamente con la declaración de Seneca Falls.
Otra parte del movimiento en cambio, defiende que hay tres olas. Algunas autoras como Milagros Rivera Garretas, entienden que podríamos hablar del movimiento de mujeres desde que Guillermine de Bohemia planteó a finales del siglo XIII crear una iglesia de mujeres o como lucha feminista la llevada por brujas y predicadoras. Otras señalan que el movimiento feminista comenzó con la Revolución Francesa con los clubs de mujeres. En todo caso unas y otras entienden que hubo movimiento antes del Sufragismo aunque claramente minoritario.
Por tanto, siguiendo la segunda opinión, en la actualidad nos encontramos en la cuarta ola del feminismo, en la que estamos viviendo una ampliación geográfica por cuatro razones: primero, porque es un movimiento de masas. Segundo, porque es un movimiento global. Tercero, porque tiene carácter internacional y por eso detectamos lo anterior.
Y por último, por la importancia que tienen las redes sociales y por la construcción de NOSOTRAS de manera homogénea. Por tanto, el movimiento feminista en esta cuarta ola que estamos viviendo es una respuesta patriarcal que politiza fenómenos sociales, como la brecha salarial y podemos afirmar que es un movimiento que se esfuerza por lograr un universalismo interactivo, capaz de confeccionar una agenda política donde quepan las reivindicaciones de las mujeres del mundo.
El movimiento feminista ha conseguido varios logros en todo este tiempo, pero globalmente todavía hay mucho que hacer, tanto en países más “desarrollados”, como en países “menos desarrollados”. Pero si trasladamos esos logros a un país como Irán, ¿Cuáles son?
Traslademos esos logros a un país donde ni se sienten ni se padecen, es evidente que la defensa de Irán desde una tribuna pudiente y tranquila, donde no sufrimos nada en nuestras carnes, es muy fácil de articular. Por supuesto que vivimos en democracia y todas las opiniones merecen tener un mínimo de espacio pero, ¿se puede llegar a entender que defender únicamente Irán por su antagonismo con Estados Unidos y dejando de lado todas las carencias sociales que habitan en ese país (y por supuesto en materia de feminismo) tenga cierta lógica? ¿Es que debemos solo defender un país por su lucha y no por lo que es?
Realmente en la práctica Irán no es un país socialista, el cual está siendo arrinconado por todas las potencias mundiales, es un país con unos recursos energéticos tremendos y al cual no le importa venderse el mejor postor. Un gobierno absolutamente mercantilista que no sobrevive con poco. El sistema gubernamental iraní se basa en los principios dogmáticos del islam y más concretamente de la rama chiita. Es una república teocrática, la única que actualmente impera en el mundo, al mando de los líderes islámicos o como allí se conocen los ayatolás. Es un país fuerte en su región y sobre todo en el terreno de la energía nuclear. Esto último ha hecho que países como Rusia hayan ayudado a Irán a construir sus primeras estaciones nucleares.
En cuanto al ámbito económico, es cierto que siendo un país con recursos y con un PIB elevado, comparándolo con los países de su alrededor, no se ha invertido mucho en sus ciudadanos.
En cuanto a lo social, la sociedad iraní ha dado muy pocos avances, pero cabe mencionar que en diciembre del año 2017 millones de iraníes tomaron las calles manifestándose en contra de la represión por parte del estado y los altos casos de corrupción superando en número de personas a las manifestaciones del año 2009. Entre los disidentes se encontraban periodistas, escritores, estudiantes, cineastas, activistas,... Muchos de ellos y ellas incluso se declararon en huelga de hambre para protestar por la represión orquestada por el gobierno.
Así, la respuesta del gobierno han sido las torturas y los castigos en prisión, las cuales han sido denunciadas en más de una ocasión. Esas prácticas van desde celdas de aislamiento hasta falta de camas o alimentación inadecuada. La tensión es palpable constantemente entre aquellos que defienden el sistema gubernamental actual, con los más detractores y esta situación hace que el país sea caldo de cultivo de conflictos. Una de las situaciones más injustas, sobre todo para la mayoría del movimiento feminista, es la situación de las mujeres. Sus situaciones son demoledoras. Un ejemplo claro de ello, es el de la abogada Nasrin Sotoudeh quien sigue en prisión y según pública Amnesty International siendo torturada por las instituciones penitenciarias del país. Sus únicos delitos fueron quitarse el hiyab en visitas a prisiones, la defensa de mujeres que protestan contra el uso forzoso de esa prenda y de dar entrevistas en televisión hablando abiertamente del problema.
Este es el caso de una de ellas que ha cogido especial relevancia mediática, pero son muchas quienes sufren estas violaciones día tras día. El propio juez que instruía el caso de tres jóvenes activistas que se negaban al uso de hiyab como prenda obligatoria pronunció las siguientes palabras: Os haré sufrir a todas.
Uno de los causantes de estas situaciones injustas e inhumanas que viven las mujeres iraníes, es la religión, la cual juega un papel crucial en el país y su limitación y censura obliga a la gente a pensar de una determinada manera y aquel que se revela solo tiene dos vías: Que el gobierno tome cartas en el asunto o huir con los medios que haya.
Muchos y muchas habitantes del país persa han tenido que huir y posteriormente exiliarse a otros países ya que el gobierno, sociedad o incluso familia no les reconocía o querían verlos entre rejas o incluso llegar a más. Estas personas han podido servir como altavoz de este tipo de problemas fuera del país para que el resto de naciones conocieran la situación real en ese país y denunciarlo.
Puede que Irán año tras año sea un país que quiera aprender y que quiera saber, una nación con miedo a lo diferente y que su conservadurismo le lleve a ser tan hermético. Pero ¿para aprender, no deberían “abrirse” un poco?
Volviendo a las mujeres iraníes y al movimiento feminista, como se ha dicho en párrafos anteriores, últimamente hemos visto cómo una parte del feminismo (el occidental, concretamente) defiende a Irán. ¿Cuál puede ser la razón principal de ello? ¿Puede ser el antagonismo de Irán con Estados Unidos? ¿Es ético defender a Irán solo por ser contrario a Estados Unidos?
El feminismo islamista se reconoce como parte del movimiento feminista y, si estas feministas protestan en contra del pensamiento patriarcal, machista y discriminatoria del gobierno y de una parte de la sociedad, ¿Por qué el feminismo occidental se ha manifestado a favor de Irán? ¿No es un poco contradictorio defender a un país que es lo contrario a la teoría política del movimiento feminista?
Preguntas sin respuestas, el mundo es demasiado complejo. Ahí tenemos las preguntas, y por consiguiente también tenemos el debate.
REFERENCIAS
● Cobo, R. (2019). La Cuarta Ola Feminista y Violencia Sexual. Paradigma, Revista Universitaria de Cultura, recuperado de: https://riuma.uma.es/xmlui/bitstream/handle/10630/17716/134%20Cobo.pdf?sequence=1
●Cortés, J.I (2020). Irán no es un país para las mujeres. Recuperado de https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/iran-no-es-un-pais-para-las-mujeres/
● IRÁN 2017/2018. (s.f.). Recuperado de: https://www.amnesty.org/es/countries/middle-east-and-north-africa/iran/report-iran/
● ¿Quién era Qasem Soleimani, el general iraní asesinado por EE.UU? (2020). Telesur, recuperado de: https://www.telesurtv.net/news/iran-qassem-soleimani-asesinado-bombardeo-eeuu-biografia-20200103-0002.html
● Salem, S. (2014). Feminismo Islámico, Interseccionlaidad, Decolonialidad. The Institute of Social Studies, Países Bajos, recuperado de: http://www.revistatabularasa.org/numero-21/06-salem.pdf
Imágenes
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