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Foto del escritorLeire Eiguren

EL CONFINAMIENTO DE LAS MUJERES MALTRATADAS POR EL COVID-19

Ahora que está en boca de todos y todas, el virus llamado Coronavirus o como formalmente se conoce, COVID-19, a la ciudadanía de muchos países se nos ha pedido que nos quedemos en casa durante un tiempo, para así evitar contagios y demás. Un ejemplo de ello es España.


En España se ha declarado estado de alarma (art 116 de CE) y por ello, se han puesto en marcha diferentes medidas estrictas para conseguir el confinamiento de los ciudadanos y las ciudadanas, pero a pesar de las medidas y sanciones que se puedan aplicar por el incumplimiento de las medidas, podemos ver gente quejándose de estar obligada a quedarse en casa durante un tiempo. También hemos podido ver mediante las redes sociales, personas tomándoselo con humor, por una parte, para que el confinamiento no se ha tan duro y por otro lado, para que el tiempo pase más rápido.



Sin embargo, sabemos que la violencia machista sigue allí por mucho que haya confinamiento a causa del virus. Es decir, antes de todo esto había mujeres que estaban sufriendo malos tratos y ahora están obligadas a quedarse en casa con su maltratador o también, durante eon confinamiento están sufriendo malos tratos. Es verdad que en estas situaciones tenemos que tomar medidas de este tipo para acabar cuanto antes con este estado de alarma, pero ¿Cómo estarán ellas? ¿Alguien había pensado en ellas?


Antes de todo esto, puede que hubiera mujeres que sentían fuerza de denunciar los hechos e irse de casa, pero ahora no pueden y tienen que seguir conviviendo con el maltratador que tienen en casa. ¿Y si alguna mujer salió a pedir ayuda o había ha comentado a alguien y el agresor ahora lo sabe? Hay muchas preguntas en el aire.

Para las personas que estamos como siempre, el confinamiento nos sienta mal porque no tenemos la libertad que teníamos antes para salir a la calle, tomar algo, etc. Pero para ellas es peor que el infierno. Muchas de ellas llevan en confinamiento mucho tiempo porque como ocurre en la mayoría de los casos, sus agresores les obligan a dejar de trabajar y a quedarse en casa y por tanto, desgraciadamente esto del confinamiento no es nada nuevo para ellas. Sin embargo, ahora tienen al maltratador con ellas en casa durante 24 horas y no saben cuánto tiempo van a estar junto a ellas.

Afortunadamente, algunas personas han pensado en ellas. En casos como confinamiento domiciliario, decretado por el COVID-19, supone un peligro mucho mayor para las mujeres que están sufriendo malos tratos y para sus hijos o hijas, ya que viven con su agresor. Por eso, no ha habido una reducción de los servicios de atención de emergencia contra la violencia machista. Tampoco ha habido ningún recorte en las áreas especializadas en violencia machista de la Policía y fuentes de la misma confirman que la atención a estas situaciones sigue al 100%.


Por tanto, estos casos se derivarán inmediatamente a los Centros de Emergencia o a Centros de Recuperación Integral, aunque exista denuncia previa o no. Lo mejor es llamar al número más habitual que es el 016 o sino al número de emergencia 112. Otra vía es salir a la calle para interponer una denuncia en una comisaria, aunque la mejor recomendación es lo que se ha dicho antes, llamar porque así la mujer podrá recibir instrucciones y ayuda y al mismo tiempo, una patrulla podría dirigirse al domicilio y a la hora de intervenir la patrulla probablemente podría llevarse al agresor detenido.


También las fuentes de Policía afirman que cabe la posibilidad de ofrecer el desplazamiento de la mujer que está sufriendo malos tratos y sus hijos y/o hijas a un centro protegido si la mujer no puede quedarse en el domicilio. En Canarias por ejemplo, también se han tomado medidas como que las mujeres que puedan estar sufriendo malos tratos en su hogar, puedan alertar su situación en las farmacias del barrio solicitando la “Mascarilla 19”.

En cuanto a los juzgados, la denuncia en comisaría, las solicitudes de las órdenes de protección y la obligatoriedad del juez o jueza a que las tenga que resolver en 72 horas siguen funcionando sin alteración. Los juzgados de guardia siguen dando sus servicios y no se han recortado.


Junto a estas medidas, también la Policía especializada en violencia machista, nos dan recomendaciones, que aunque no sean nuevas, son muy importantes en estos momentos. Las recomendaciones son las siguientes:

  • No te quedes a solas con él: es decir, si es posible intenta evitar no quedarte a solas con el agresor y pasa mayor tiempo acompañada, por ejemplo, si convives con más personas o con tus hijos y/ hijas.

  • Evita el conflicto cuanto puedas y no respondas a gritos o amenazas veladas: Por ejemplo, la Policía dice que evitar discusiones en la cocina es muy importante por muchos elementos que puedan ser utilizados como armas. También que no te encierres en el baño porque suele ser un sitio aislado, sin ventana donde nadie te puede escuchar y donde puede que no tengas acceso a un teléfono. Por eso, recomiendan si necesitas alejarte, que lo hagas en una habitación con pestillo y en la que puedas llamar.

  • Intenta siempre tener un teléfono cerca: así podrás pedir ayuda a las autoridades, amigos o amigas, vecindario o familiares, además de explicarles lo que te está ocurriendo. Es muy recomendable guardar en el teléfono algún número de rápida marcación por si necesitas con urgencia.

Personalmente, odio que las mujeres seamos las que tengamos que tomar medidas para salir sin ningún rasguño o vivas de la violencia machista, pero son muy necesarias para prevenir los malos tratos. Sin embargo, ellas se encuentran en una situación muy difícil, sienten mucho miedo e inseguridad, están confusas y necesitan ayuda. Tenemos que ser empáticos/as y colaboradores/as y ahora más que nunca. Como las expertas advierten, la colaboración es más necesaria que nunca: vecinos y vecinas, familiares, amigos y amigas…

Si alguien conoce situaciones de malos tratos o escucha gritos y golpes, que llame al 016 o al 112, porque si no estaría cometiendo un delito. Es decir, la violencia de género es un delito público y existe la obligación de denuncia.


Ayudémoslas, porque nos necesitan más que nunca.

 

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