Las desigualdades entre mujeres y hombres siempre han sido y siguen siendo una de las mayores discriminaciones que se encuentran en todas las sociedades del mundo. Con tal solo observar las estadísticas, podemos ratificar esta afirmación. Estas desigualdades vienen del sistema de dominación patriarcal y la destrucción de dicho sistema es algo que lleva décadas pidiendo el Movimiento Feminista, ya que pone a las mujeres en una posición inferior y de sumisión.
Uno de los problemas más señalado es a falta de conciencia por parte de muchos hombres en cuestiones relacionadas con la igualdad, las desigualdades y las consecuencias que traen. Se puede decir que los privilegios y las relaciones de poder cumplen un papel determinante en la ausencia de conciencia. Las mujeres llevan mucho tiempo cuestionando las relaciones de poder entre hombres y mujeres y sobre todo durante el siglo XX, ese cuestionamiento empezó a ser constante y así, la lucha de las mujeres -sobre todo mediante la segunda ola del feminismo y el movimiento LGTBIQ+- hizo y sigue haciendo que los hombres tengan que pensar sobre las relaciones con las mujeres y con los propios hombres.
Gracias a mujeres lesbianas, el feminismo hizo muchas aportaciones y una de ellas fue la existencia de la homofobia. Al hacer el análisis de la homofobia, se pudo entender y explicar las formas de relaciones entre hombres heterosexuales y homosexuales, pero sobre todo se puedo entender la funcionalidad de la construcción de la masculinidad.
También, disciplinas como historia, psicología, antropología y sociología comenzaron a investigar y a abordar diferentes temas relacionados con las masculinidades, que más tarde se estudiaron desde perspectivas diferentes, como las culturales. Las mujeres visibilizaban -como siguen haciendo ahora- las desigualdades y sus consecuencias por el simple hecho de ser mujer, junto a reivindicar sus derechos como mujer. Esto causó que los hombres comenzasen - y muchos siguen haciéndolo- a reaccionar y a posicionarse. De ese modo, se crearon "movimientos de hombres" con diferentes perspectivas, creencias e ideas.
Primero, tendríamos el Movimiento Mitopoético, surgido en la década de los 80 en Estados Unidos. Este movimiento esta compuesto por hombres, mayoritariamente por hombres blancos, de clase media y heterosexuales. Los integrantes de este movimiento piensan que los hombres están perdiendo autoridad en diversos ámbitos sociales porque se está dando una "feminización de varones", ausencia de "padre" tradicional etc. Un segundo movimiento es el Men`s Rights -por el derecho de los hombres- y dentro de este se encuentran hombres que apoyan la defensa de derechos igualitarios y hombres defensores del patriarcado. Al igual que el Mitopoético, surgió en Estados Unidos y a finales de los años 80 se expandió a algunos países europeos. Algunos hombres se centran en que las leyes no les toman en consideración, como temas de salud o nuevas paternidades que piden igualar los permisos de paternidad con los de maternidad. La mayoría de estos son cercanos a grupos de mujeres y a los avances en igualdad. Por otro lado en cambio, están los hombres que piensan que las mujeres han llegado demasiado lejos y critican tanto a ellas, como a los avances, por considerar discriminatorios hacia los hombres.Por ejemplo, los planes de igualdad. Además, muchos se consideran víctimas del feminismo y ven que las mujeres van en contra de los hombres. En los últimos años se ha visto que muchos hombres de este tipo de grupo utilizan las redes sociales para criticar el feminismo, a las mujeres feministas, los avances igualitarios e incluso, defienden que la violencia de género no existe y que no se tiene en cuenta la violencia que ejercen las mujeres sobre los hombres. También dicen que la mayoría de las denuncias que interponen las mujeres son denuncias falsas.
El tercer movimiento de mencionar, es el Movimiento Antisexista o Profeminista y aquí la mayoría de los hombres están y trabajan a favor de la igualdad. No es que sean hombres anti-varones, sino que critica y desconstruye la masculinidad hegemónica tradicional. Surgió a mediados de la década de los 70 y está compuestos por varones afines a las ciencias, sociales, educativas... Han comprendido la injusticia que se ejerce sobre las mujeres y además, ellos también han sido discriminados por no cumplir con la "verdadera masculinidad". Reconocen y auto-critican el papel de los hombres en la reproducción de las desigualdades y en el ejercicio del poder. También apoyan y quieren cambios en las mujeres.
Simplemente son hombres anti-modelo masculino dominante y están en contra de la homofobia, ya que es uno de los pilares que sujeta de la masculinidad tradicional. Lo que buscan es que haya un cambio en la sociedad sexista desde la estructura social -su raíz-.
El siguiente movimiento es el Movimiento de las Terapias Masculinas, comenzado a finales de los años 80 e impulsado por hombres preocupados de la "crisis de la masculinidad". Se centra en teorías y prácticas psicológicas y terapéuticas y así poder reconstruir y redefinir qué es el hombre, la masculinidad... que ha sido cuestionada por el feminismo y el movimiento LGTBIQ+. Su prioridad es el bienestar psicológico a la descontrucción de la masculinidad machista y a los avances. Por lo tanto, se puede decir que se basa mucho en el movimiento mitopoético y del movimiento antisexista.
Por último, está el Movimiento mediático de la retórica de los nuevos varones, surgido en los últimos años y sobre todo en países enriquecidos -de una forma incorrecta, desarrollados-. Muchos hombres se han identificado con este movimiento y los pequeños y lentos avances de los hombres hacia la igualdad, los venden como si fuesen grandes cambios o avances. El nuevo hombre es sensible, un nuevo padre y familiar... un discurso muy engañoso. Crea una jerarquía entre los hombres que son: hombres buenos -sensibles, afectivos, a favor de la diversidad etc- y hombres malos -el hombre duro-. Este tipo de hombres se centra más en la apariencia que en el verdadero cambio hacia la igualdad real. Se les conocen como neomachistas o postmachistas.
Un ejemplo de neomachista sería un hombre que el 8M va a la manifestación con reivindicaciones feministas, pero al llegar a casa maltrata a su novia. Otro ejemplo sería los hombres que empiezan con "Yo no soy machista, pero..." o el que llama a las mujeres feministas "feminazi".
Esta reflexión se ha hecho teniendo en cuenta la materia de masculinidades del Máster de Igualdad de EHU/UPV.
Imágenes:
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